La limpieza de chimeneas, en realidad es algo no demasiado complicado, si lo hacemos de vez en cuando. De este modo la combustión será óptima. Si la chimenea se encuentra limpia y sin obstrucciones, el humo saldrá sin problemas.
El hollín se acumula en las paredes y esto en cuestión, puede provocar un incendio en el interior de la chimenea. No es muy usual, pero como dicen; más vale prevenir que curar.
Hay otros motivos por los que se puede atascar la buena combustión. Son los pájaros que anidan en lo alto de las chimeneas y pueden dejar parte de sus nidos, maderas, erosiones en las paredes etc.
LA LIMPIEZA
En el deshollinado de una chimenea se debe empezar por una inspección de la chimenea, asegurarnos que toda la albañilería está en condiciones. Si observa algún problema, debe avisar a los albañiles o técnicos para que lo reparen.
EJECUCIÓN
Debe cubrir la parte interior de la chimenea con un plástico, para que todo el hollín y el polvo generado por el limpiado caiga dentro.
La chimenea se limpiará desde arriba hacía abajo (desde el tejado o azotea).
Los cepillos, rascadores o palos deben ser largos.
El cepillo debe ser de puntas de metal, para que raspen las paredes durante el descenso.
Todo el hollín o restos de paja, madera etc. caerá a la parte inferior.
Recoger el contenido del plástico colocado y con una aspiradora limpiar el interior de la chimenea.
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