La eficacia del rendimiento, en un hogar calentado en leña, es variable según los factores ambientales. Dicho rendimiento no es exacto, pues dependerá si es leña húmeda o seca, de la clase de leña, de la situación de la chimenea, si es un recinto cerrado o abierto etc.
En algunos hogares hay posibilidades de incorporar sistemas de distribución de aire caliente. Eso nos ayudaría a evitar ciertas fugas y direccionarlas a las estancias que deseemos.
Tres puntos que debemos tener en cuenta a la hora de elegir el tipo de calefacción:
• Sí tenemos posibilidad de instalar fácil una chimenea de leña.
• Sí no tenemos posibilidad de colocar una chimenea.
• O la existencia de una chimenea antigua.
Lo más fácil sería en caso del tercer punto, colocar un Cassete “ Insert” de fundición con una pre-instalación eléctrica, convirtiendo esa vieja chimenea en un verdadero motor de calefacción, (sin obras). Con dicho aparato su temperatura puede alcanzar 9 Kw. de potencia y la capacidad para calentar hasta 140 o 150 metros cuadrados, si la casa está bien aislada. Las turbinas recogerían el aire frio y lo transformarían en calor a través de los conductos internos.
En caso de no poder colocar chimenea, hay en el mercado infinidad de opciones con salida de humos controlada y de colocación al exterior. La colocación es simple, buscaremos una ubicación cercana a una pared con salida al exterior de la casa o de un patio, realizaremos un agujero dónde el tubo de conducción lo conectaremos a ella. Así dispondremos de un aparato de calefacción y a la vez de un ornamento de decoración.
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